La cuarta revolución industrial está cambiando el modelo productivo y planteando verdaderos retos en todos los sectores en los que se está implantando. Para que en el sector del calzado y la marroquinería sea una realidad debe producirse un cambio de mentalidad por parte de los empresarios y, de forma más profunda, debe realizarse una transformación cultural de todos los participantes transversales que integran el sector.
Es cierto que el proceso de transformación ya ha comenzado y no hay marcha a tras, por lo que no podemos dar la espalda a la implantación de la revolución tecnológica en nuestras fábricas. Existen ejemplos en los que se están aplicando los adelantos tecnológicos, pero es cierto que al resto nos cuesta un poco más implantarlos. Sin embargo, una vez que lo hayamos hecho la revolución consistirá en gestionar todas esa amalgama de datos que los equipos tecnológicos nos proporcionen. Con ese alud de información las empresas serán capaces de sistematizar los procesos productivos con el objetivo de obtener nuevos patrones de trabajo.
EL VALOR DE LA INFORMACION “DATOS”
El valor de la información obtenida será inmenso y servirá para mejorar la eficiencia de la cadena productiva. Por ello, si en un futuro se realiza el cambio del modelo de negocio en el sector del calzado y la marroquinería el reto residirá no solo en ser fabricantes sino en gestionar todos los datos que se extraen con el fin de mejorar la rentabilidad y conocer mejor a nuestro usuario final.
La previsión de la implementación del ‘big data’ será de 206.000 millones de euros a la economía europea en 2020, por lo que supondrá un incremento de 1,9% del PIB según un estudio de Microsoft. A partir de ahora la transformación digital de las empresas de nuestro sector será uno de los puntos claves a seguir. Los fabricantes de calzado y marroquinería tradicionales se enfrentan a verse desplazados por nuevos actores si no incorporan las innovaciones tecnológicas en sus empresas. Todos aquellos que las adapten les permitirá tomar decisiones con más agilidad, aumentar su productividad, optimizar la distribución y mejorar la relación con su cliente.
Además de adaptarse a la 4ª revolución industrial, es imprescindible que la industria zapatera de la provincia de Alicante sea visible no solo a nivel nacional sino en el internacional. Otras zonas de España se han promocionado de tal modo que han atraído a marcas de lujo que les han exigido altos niveles de excelencia en sus producciones alcanzando dichas cotas con esfuerzo y realizando grandes inversiones económicas. En la provincia alicantina somos capaces de adaptarnos y alcanzar esos niveles de competitividad. Para ello debemos olvidarnos de la fabricación de calzado de gama baja y que esas producciones se realicen en las factorías deslocalizadas de Asia. La industria del calzado alicantino debe centrarse en producir calzado de gama media/alta, lo cual aportaría a la industria del calzado de Alicante una mayor visibilidad en el mercado de la moda. Es evidente que todos esto cambios están rediseñando toda la industria gracias a su componente disruptivo, pero no debemos olvidar que esta transformación debe producirse en todos los ámbitos de la industria sino en toda la cadena de valor.